Después casi dos meses sin publicar nada, al final me decido. Últimamente me da mucha pereza preparar las recetas para subirlas al blog pero espero que se me pase pronto. La verdad es que me paso el día delante del ordenador y llega a cansar un pelín…
Está tarta la preparé para una comida familiar el día de San Juan de Ventosa, pero como es una receta tan larga no veía el momento de subirla.
Se puede hacer el día antes y así resulta más cómodo. Lleva bastante trabajo pero haciéndola con tiempo no resulta complicada.
Creo que la San Marcos únicamente lleva relleno de nata pero está versión está muy buena. Me inspiré en la del blog Webos fritos.
Bizcocho genovés para un molde
de 22 cm:
- 4 huevos medianos
- 120 g de azúcar
- 1 cucharadita de azúcar vainillado
- 120 g de harina de repostería
- 1 pellizco de sal
Lo hice en Thermomix porque es más cómodo. Colocamos la mariposa,
vertemos en el vaso los huevos con el azúcar y el azúcar vainillado,
programamos 6 minutos, 37º, velocidad 4.Cuando acabe el tiempo volvemos a
programar otros 6 minutos, velocidad 4 (yo pongo 3 ½), sin programar
temperatura .Abrimos la tapa y añadimos la harina con la sal y programamos 4
segundos, velocidad 3. Retiramos la mariposa y mezclamos con la espátula con
cuidado para que no se baje. Echamos el
preparado en el molde y ponemos a 180º durante 30 ó 40 minutos, con el horno
previamente precalentado. Todos estos pasos podemos hacerlos con cualquier
batidora manual y sale igual. Antes de sacarlo del horno hay que pincharlo con
una aguja para ver si está bien cocido porque cada horno es diferente.
Almíbar:
·
130 g de azúcar
·
150 g de
agua
·
2 cucharaditas de licor
·
Zumo de medio limón (no puse porque se me
olvidó)
Ponemos en un cazo el azúcar con el agua y se deja hasta que hierve y
se disuelve el azúcar. Yo lo aparto del fuego enseguida que empieza a hervir
porque al enfriar queda menos líquido. Añadimos las cucharadas de licor y
dejamos enfriar.
Nata montada y crema de trufa:
- 500 g de nata montada 35 % de materia grasa
- 90 g de azúcar
- Cuatro cucharadas grandes de cacao puro
- La punta de una cucharita de crémor tártaro
Ponemos la nata bien fría en un bol amplio y empezamos a batir
(utilicé la minipimer) añadiendo poco a poco el azúcar glas y la punta de una
cucharilla de crémor tártaro para que no se baje la nata (esto creo que lo hago
para mi tranquilidad porque creo que queda igual sin el crémor tártaro)..
Una vez montada la nata, separo algo
menos de la mitad para otro bol y a esta parte le añado las cuatro cucharadas de
cacao, removiendo despacio para que no se baje. Esto es la crema de trufa. Se
mete en el frigorífico la nata y la
crema de trufa. Si cuando vayamos a utilizarla vemos que hay algo de líquido en
el fondo se bate un poco a mano con las varillas, cuidando de que no se pase.
Crema de yema para molde de 22 cm:
- 150 g de azúcar
- 50 g de agua
- 4 yemas
- Una cucharada de Maicena
En un bol mezclamos las 4 yemas con la maicena y batimos para que no queden grumos.
Juntamos las dos preparaciones cuando esté templado y las ponemos al
fuego, removiendo bastante hasta que espese. Hay que tener cuidado para que no
tenga mucha temperatura y se pegue o se hagan grumos. Si vemos que se hacen
grumos se aparta del fuego y se sigue batiendo. Tiene que quedar bastante
espesa porque a mí se me escurría por los bordes de la tarta y si la requemamos
con un soplete todavía peor.
En un blog leí que para
conseguir que la crema se enfríe rápidamente y conserve un color bonito hay que
preparar un bol más grande con agua con cubitos y meter el bol de la crema
dentro, removiendo hasta que se enfríe totalmente y sin que le entre nada de
agua. Una vez fría se cubre con papel film en contacto con la crema para que no
forme costra. Se mete en el frigo. Yo la preparé el día antes y la dejé en la
nevera.
Montaje de la tarta:
Dividimos el bizcocho en tres planchas (yo utilicé un cuchillo
jamonero). Colocamos la primera plancha sobre la bandeja en que se va a servir
y bañamos con el almíbar. Cubrimos con la crema de trufa y alisamos. Colocamos
la segunda planta de bizcocho y remojamos con el almíbar. Cubrimos esta capa
con la nata montada.
Colocamos la última capa de bizcocho, la remojamos y encima cubrimos con la crema de
yema. Se mete un rato en el frigorífico para que asiente.
Una vez que comprobamos que no
se escurre la crema de yema le ponemos
una capa de nata alrededor y después vamos pegando las almendras laminadas
previamente tostadas (trabajo de chinos…)
Por último podemos espolvorearla con azúcar moreno y quemamos con un
soplete.
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