Una tarta clásica que hacía muchos años que no preparaba. Siempre me
gustó el contraste del chocolate oscuro con la nata tan blanca, pero parece que
ahora están de moda otros tipos de tarta y a nadie le apetecía. ¡Al final lo
logré!
El bizcocho está hecho con Thermomix pero el resto de forma
tradicional y las fotos como siempre ¡de pena!
INGREDIENTES:
BIZCOCHO:
100 g de harina de repostería
40 g de cacao puro en polvo
2 cucharaditas de levadura química (maicena)
1 cucharadita de azúcar vainillado
1 pellizco de sal
3 huevos
150 g de azúcar
100 de mantequilla
30 g de Kirsch
ALMIBAR
· 130 g de azúcar
· 150 g de agua
· 2 cucharaditas de licor
RELLENO:
250 g de cerezas al kirsch
500 g de nata líquida muy fría
1 cucharadita de azúcar vainillado
80 g de azúcar glas
DECORACIÓN:
Virutas de chocolate
PREPARACIÓN:
BIZCOCHO:
Precaliente el horno a 180º.
Ponga en el vaso, bien seco, la harina, el cacao, la levadura, el
azúcar vainillado y la sal. Pulverice todo programando 20 segundos, velocidad
progresiva 5-10. Vierta en un cuenco y reserve.
Coloque la mariposa en las cuchillas y agregue al vaso los huevos y el
azúcar. Programa 5 minutos, 37º, velocidad 3 ½. Programe de nuevo 4 minutos, velocidad 3 (sin programar
temperatura). Añada la mantequilla y la mezcla de harina y cacao, preparada
anteriormente y mezcle todo 4 segundos, velocidad 1. Termine de unirlo quitando
la mariposa y ayudándose con una espátula suavemente y con movimientos
envolventes. Añada el licor y mézclelo.
Engrase y enharine un molde
alto desmontable de 22 cm. de diámetro (yo puse en el fondo papel de horno).
Vierta en él la mezcla e introdúzcalo en el horno, durante 30 a 40 minutos.
Pínchelo en el centro para comprobar que esté cocido (la aguja debe salir
limpia). Desmóldelo sobre una rejilla deje enfriar.
Ponemos en un cazo el azúcar con el agua y se deja hasta que hierve y
se disuelve el azúcar. Yo lo aparto del fuego enseguida que empieza a hervir
porque al enfriar queda menos líquido. Añadimos las cucharadas de licor y
dejamos enfriar.
RELLENO:
500 g de nata montada (mínimo 35% de materia grasa)
80 g de azúcar glas
Una pizca de crémor tártaro
Colocamos la nata en un bol y batimos a mano o con batidora, en velocidad baja al principio para que no
salpique y vamos añadiendo poco a poco el azúcar glas mezclado con el crémor
tártaro y el azúcar vainillado si nos gusta. Cuando ya esté un poco montada
podemos subirle la velocidad pero con cuidado de que no se nos haga
mantequilla. Yo cuando ya está casi montada la bato a mano con unas varillas
para que no se me pase y cogerle bien el punto.
MONTAJE:
Cortamos el bizcocho en tres planchas. Remojamos la parte inferior con
almíbar. Cubrimos toda la superficie con la nata montada. Colocamos encima la
segunda plancha de bizcocho y remojamos. Ponemos por encima la nata montada y
finalmente la tercera plancha de bizcocho y remojamos. Se cubre toda la tarta
con nata montada, alisándola con una espátula o cuchillo.
Ponemos virutas de chocolate hechas con un cuchillo o pelapatatas.
Formamos unas rosetas de nata alrededor de la tarta y colocamos sobre ellas
unas cerezas (las de esta tarta eran naturales).
La receta original manda rellenar una de las capas con cerezas y nata
o con mermelada pero a mí no me gustan los rellenos de mermelada y se las puse
por encima en el adorno.
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