¡Bueníííísimas!
Desde el año pasado que estuve en San Sebastián y las probé en un restaurante
tenía intención de hacerlas. No son iguales, porque aquellas creo que llevaban
crema y como no hicimos la foto no las recuerdo bien, pero éstas también quedaron
estupendas, jugosas, jugosas...
¡Ya sé que no es la época pero tenía verdadero antojo!
INGREDIENTES:
- 6 rebanadas de pan (compré un paquete de“Barra cortada" en Mercadona)
- 200 m. de leche (desnatada en este caso)
- 200 ml de nata (yo puse algo menos)
- 40 g de azúcar
- 1 rama de canela
- 1 corteza de limón (se me olvidó)
- Aceite de girasol (es más ligero)
- Azúcar para requemar
PREPARACIÓN:
En primer lugar se hierve la leche, la nata, el
azúcar, la corteza de limón y la rama de canela. Esto se hace un poco a ojo, si vemos que se absorbe toda la leche se añade un poco más. Se deja reposar hasta que esté
templada.
Quitamos los bordes al pan y cortamos las rebanadas como nos gusten de tamaño. Yo las puse
de dos en dos para que fuesen mas altas e intenté recortarlas iguales.
Colamos la leche y empapamos el pan en ella,
dándoles la vuelta con cuidado de que no se rompan. Las tuve mas de una hora en
remojo. Cuando ya estén bastante empapadas se escurren un poco y se van
rebozando en huevo batido. Se fríen hasta que queden un poco doraditas y se
dejan reposar.
Antes de servirlas se les pone azúcar por
encima y se requeman con un soplete de cocina. Esto no hay que hacerlo con mucha antelación porque el requemado se disuelve.
Se pueden acompañar con helado de vainilla aunque
yo no lo hice porque estas fueron de prueba.
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